Laberíntica y psicoplásmica


«Laberíntica y psicoplásmica«, arte digital. Dante Amerisi, 2013.

En el éter de los sueños, ella emerge: un psicoplasma de colores intensos entrelazándose en el espacio. Su rostro, etéreo y sin límites, flota como un reflejo en un lago de espejos rotos. Sus ojos, dos profundos agujeros negros, destilan misterio y deseo.

Los laberintos de su mente se entrelazan con los hilos del tiempo. En cada rincón, en cada lejanía, se crea y se destruye a sí misma en un eterno ir y venir, como en un baile. Las paredes de sus pensamientos son pasillos interminables llenos de puertas, donde la realidad se fragmenta, se descompone y se recompone.

Ciclos sin fin, como las estaciones perenes en un vals cósmico, llenan su esencia. Ella es la tejedora de su propio destino, hilando hilos de esperanza y desesperación. Pero también es su propia víctima. En su piel, los colores se funden y se desvanecen como auroras boreales en un cielo sin noche.

¿Quién es ella? Una diosa de los abismos, una sirena de los sueños, una alquimista de emociones. Su risa es un eco en el viento, su llanto una lluvia de estrellas. Nadie la conoce completamente, ni siquiera ella misma.

Así flota, entre dimensiones y realidades, creando y destruyendo, danzando en el filo de lo intangible, de lo ingrávido. La mujer de los psicoplasmas, un enigma que desafía la lógica y se sumerge en la poesía de lo imposible. Aunque quizá ella sea tan solo un recuerdo.

Dante Amerisi. Cuando los ángeles mueren.

Deja un comentario