El árbol que rompe la roca


La foto se presta a reflexión. Se ve un árbol que se ha abierto paso a través de una roca, lo que nos provoca a imaginar un mensaje positivo y lleno de motivación. Pero, ¿Cómo podemos alcanzar un conocimiento realista que pueda servirnos a partir de esto, y no simplemente una idea bonita, pero ilusoria?

Sería iluso decir que todas las plantas pueden romper rocas por la mitad (eso no ocurre), como iluso también sería decir que este árbol en particular pudo romper la roca gracias a su voluntad o a su fe. Así que ambas cosas pueden ser descartadas.

Vemos, en cambio, la intervención de una serie de circunstancias y fenomenos naturales: el crecimiento del árbol, la roca y el clima, y en ninguno de ellos media voluntad alguna. Así que hay que analizar el fenómeno considerando efectos puramente naturales (sin intervención humana).

La roca parece ser sedimentaria calcárea, toba calcárea, travertino o piedra tosca. Es muy porosa, sedimentaria (formada por sedimentos varios, incluso de origen animal y vegetal), que se origina cerca de manantiales cuyas aguas han circulado y disuelto materiales calizos. Son de fácil manipulación, ya que tiene una formación mineral que se deshace al golpearse. Debido a su porosidad, el agua puede entrar en ellas, ocasionando erosión interna. Estas condiciones pueden facilitar la formación de agrietamientos que van incrementando su tamaño. Si una planta se introduce por una grieta al crecer, su propio crecimiento actuará como cuña, haciendo presión en las paredes de la grieta. Pero no romperá la roca si la densidad de esta es mayor a la del árbol. Así que deben haber otros factores.

Al observar la grieta en la roca, puede verse que su apertura es menos ancha en la parte baja que en la superior. Dado que los troncos de los árboles son siempre más anchos en su base que en su parte alta, esto sugiere que la roca tiene una concavidad en su parte interna baja en donde cabe el tronco. Esa concavidad donde el árbol creció, debió tener ya un agrietamiento que permitía a la luz del sol llegar hasta el pequeño árbol, pues sin luz este habría muerto pronto. Además, de no haber desde un inicio una concavidad con una grieta con salida al exterior, simplemente no habría podido entrar la semilla de la que nació el árbol.

Las condiciones climatológicas, como la variación de la temperatura, o la cantidad de precipitación pluvial podrían también haber ayudado a hacer más grande la grieta.

Así que, debió haber una grieta u orificio en la roca por donde entró la semilla, por donde se filtró la luz solar, por donde entró el agua, y por donde también salieron las primeras ramas del pequeño árbol. La semilla debió caer en tierra fértil de donde tomar nutrientes para hacer crecer sus raíces, así que la concavidad de la roca debió dar al suelo. La baja densidad de la roca, su porosidad y su fragilidad también debieron ser factores importantes. Incluso el tipo de árbol también habría sido determinante, pues debe tener un tronco y ramas fuertes.

Esto nos permite concluir que, dadas ciertas condiciones reunidas a la vez, ciertas especies de árbol puede crecer, desde su semilla, y abrirse paso entre la roca hasta romperla.

Ahora bien, entiendo que la intención de mostrar un árbol que ha roto una roca, es crear una metáfora que pueda extrapolarse con la experiencia humana, y obtener un conocimiento a partir de ello.

Como la voluntad o la fe están descartadas desde un inicio, podríamos armar algo como esto:

Una persona de naturaleza fuerte, puede atravezar un gran obstáculo, siempre y cuando se cumplan varias condiciones mínimas para hacerlo posible. Algunas de esas condiciones serán dadas por la naturaleza del individuo, del obstáculo mismo, y de algunas condiciones externas ajenas a estos.

Si un individuo, pretende abrirse paso a través de un gran obstáculo, deberá tomar en cuenta todas las condiciones necesarias para lograr su objetivo. Esto requiere fortaleza propia, aprovechar las coyunturas que se presenten, analizar las condiciones imperantes y aprovechar la oportunidad en su momento.

Esto nos muestra que querer no es poder, como suele decirse. No es tan simple. Querer es solo el primer paso, y a veces ni siquiera es absolutamente necesario. Pero sí lo es reunir las condiciones mínimas para que aquello suceda, ya sea de forma natural o intencionada. El éxito, entonces, está en reunir lo necesario. Y nosotros, como seres pensantes, podemos prepararnos para reunir tales condiciones, o esperar a que, por una rara casualidad, se reúnan solas. Esa es nuestra verdadera disyuntiva.

Dante Amerisi.
Los Retos de la Razón.

2 comentarios en “El árbol que rompe la roca

    1. en PATAGONIA ARGENTINA hay un arbol de maiten que rompio una piedra mucho mas grande que esa de la imagen. Esta en un camino de ripio, entre Piedra Parada y El Maiten por una ruta interna

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